Peugeot 306 GTI-6, un deportivo compacto excelente
Tras una década prodigiosa durante los años 80, marcada por el éxito de la gran cantidad de vehículos hot hatch(deportivos compactos) equipados con nuevos motores gasolina de inyección, con la llegada de los años 90, las marcas tuvieron que reinventar sus creaciones para mantenerse en liza, en una época marcada por la llegada de la electrónica y los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción.
Y en Peugeot, tras el fascinante éxito del mítico Peugeot 205 GTI y 205 Rallye, decidieron aplicar sus conocimientos y experiencia en su nueva apuesta para el segmento C, el Peugeot 306. Este vehículo, que fue comercializado con gran éxito en varios continentes entre 1993 y 2001, tuvo durante años en la versión Peugeot 306 GTI-6 su máximo exponente en deportividad.
El Peugeot 306 GTI-6 llegó al mercado en 1996 haciendo gala de todo lo necesario para convertirse en un GTI antológico: buena potencia, chasis ideal y una caja de cambios de 6 velocidades a la altura (de ella se tomaba la denominación 6 del nombre). El resultado era un coche magnífico, que ofrecía una gran agilidad y que fue ampliamente admirado por su buen rendimiento en carreteras de montaña.
Peugeot 306 GTI-6
- Motor: 4 cilindros en línea 2.0 litros gasolina 16 válvulas
- Tracción: delantera
- Potencia: 167 CV a 6500 rpm
- Peso: 1226 kg.
- Velocidad máxima: 216 km/h
- Aceleración 0-100 km/h: 7.9 segundos
Este GTI era un coche rápido con ciertas particularidades, como el hecho de que sus 3 primeras marchas eran largas, algo que permitía jugar con ellas en velocidades medias, y contar con otras 3 marchas para explotar al máximo su rendimiento en vías rápidas.
Además, su estética era muy deportiva y atractiva, además de ser un automóvil muy cómodo para todos sus ocupantes. En España, su precio rondaba los 3 millones y medio de pesetas, por lo que era un coche que no estaba al alcance de todos los bolsillos, algo que elevó aún más su status de vehículo deseado y poco común.
Sucesivas mejoras en el vehículo llegaron en 1997 y 1999, dos restylings que mejoraban aspectos de equipamiento y diseño y que también sirvieron para lograr avances en la curva de potencia y de par.
En 1998, en Reino Unido (país donde los hot hatch tenían una aceptación espectacular) fue presentada la versión306 Rallye, basada en el propio GTI-6 pero con detalles estético exclusivos, que acentuaban aún más sus prestaciones y diseño deportivo.
El vehículo destacaba también por su polivalencia, siendo un ejemplo perfecto de la racionalización a la que los deportivos se estaban viendo sometidos. Porque si en los años 80 los conductores disfrutaban de coches más ligeros y donde primase la conducción por encima de la comodidad o el equipamiento, en esta década quedaba demostrado que cada vez más se estaba implantando una cultura de la deportividad “racional”, coches rápidos pero también cómodos y confortables para un uso continuado.
Finalmente su producción cesaría en 2001 para dejar paso al nuevo Peugeot 307, un coche que seguía las directrices ya comentadas, creciendo en todos los aspectos y dando un paso aún mayor hacia el confort y las sensaciones menos radicales. Los GTI afrontaban con la entrada al nuevo milenio un futuro incierto.
