Cómo estrenar tu coche nuevo para alargar su vida útil

Estrenar un coche siempre es muy emocionante. Todo es nuevo, moderno y hasta huele diferente. Sin embargo, este es también el momento de asegurarte de que vas a poder disfrutar de él el mayor tiempo posible.

La operación de rodaje de un coche nuevo es tremendamente importante, porque en ella se produce la adaptación de todos los elementos que componen el coche y se facilita el acoplamiento del motor y del resto de piezas a las exigencias de nuestra conducción.

 

Respeta el período de rodaje

Después de salir de la fábrica, durante los primeros 1.000 - 3.000 kilómetros, la mecánica de tu coche nuevo agradecerá una conducción precavida, que no la ponga demasiado a prueba, sin acelerones ni frenazos. Incluso aunque se trate de un modelo deportivo, podrías provocar alguna avería o problema a largo plazo. Al estrenar un coche hay muchas piezas que aún no están del todo bien posicionadas, y solo con una conducción consciente, suave, ligera y segura lograrás que todo se ajuste a la perfección.

En el caso de los coches eléctricos el proceso es más breve, y se limita a los primeros 500 - 1.000 kilómetros para rodar los neumáticos nuevos, el sistema de frenado y la batería. De esta manera evitamos que se vea afectada su autonomía.

Evita las distancias cortas

Es una tentación: cuando tienes coche nuevo quieres usarlo para todo. Sin embargo, al principio es recomendable reservarlo para trayectos un poco más largos, de como mínimo 15 minutos, en los que el aceite tiene tiempo de alcanzar una temperatura óptima de funcionamiento para lubricar el motor correctamente.

 

Mejor las marchas largas y las revoluciones controladas

Este punto está muy relacionado con el anterior y suele aparecer en los manuales de los fabricantes. A un coche nuevo no le conviene sobrerevolucionarse, por lo que es mejor que priorices usos en los que puedas utilizar las marchas largas.

En el caso de los coches nuevos de gasolina, intenta no superar las 3.500 rpm durante los primeros 1.500 - 2.500 kilómetros. Si el coche es diésel, lo más recomendable es no superar las 2.500 rpm durante los primeros 1.500 - 2.000 kilómetros del vehículo.

Al mismo tiempo, tampoco hay que exagerar y rodar a un ritmo de revoluciones demasiado bajo, porque esto hace sufrir al cigüeñal y las válvulas, entre otros elementos. Una vez el motor se ha calentado, procura no ir a menos de 1.500 rpm en llano, y mucho menos en cuesta.

Velocidades variadas

Cuando decimos que intentes hacer trayectos más largos no queremos decir que te pongas a hacer viajes de 1.000 kilómetros por autopista. Durante el período de rodaje es importante exponer al coche a las diferentes situaciones y velocidades que va a encontrarse en el uso diario. Es mejor que conduzcas por carretera y poblados, donde las velocidades pueden variar mucho.

 

Espera para utilizar el remolque

De nuevo nos encontramos con una situación en la que es mejor ser conservador y esperar un tiempo antes de empezar a arrastrar un remolque con tu coche nuevo. De esta manera priorizamos que la mayor cantidad de energía posible se destine al rodaje del motor y prevenimos la futura aparición de averías. Durante estos primeros kilómetros es vital que no lo forcemos añadiendo peso de más.

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