24/10/2024
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El pasado jueves 17 de octubre llevamos a cabo en el Circuito de Calafat nuestro primer curso de conducción deportiva Aston Martin Barcelona

El pasado jueves 17 de octubre llevamos a cabo en el Circuito de Calafat nuestro primer curso de conducción deportiva Aston Martin Barcelona, una experiencia única diseñada para ofrecer a nuestros clientes la oportunidad de aprender y perfeccionar sus habilidades al volante de algunos de los deportivos más icónicos del mundo. Durante esta jornada, un selecto grupo de clientes pudo disfrutar no solo del impresionante rendimiento de sus vehículos, sino también del desafío técnico que representa este circuito, conocido por sus curvas exigentes y tramos que ponen a prueba tanto la pericia del conductor como la capacidad del coche.

El día comenzó con una ligera lluvia que, en lugar de ser un inconveniente, se convirtió en un factor clave para enriquecer la experiencia. Aunque el mal tiempo podría haber desalentado a algunos, nuestros clientes se mostraron entusiastas y ansiosos por aprender técnicas de conducción en condiciones de asfalto mojado. Esto les permitió enfrentarse a un reto distinto al habitual, experimentando cómo reacciona un coche de altas prestaciones como el Aston Martin Vantage S, Vantage, DB11, DB12 o DBS cuando el agarre de los neumáticos está comprometido por la lluvia. Estos vehículos, con motores que superan los 500 CV y tracción trasera, requieren una comprensión precisa de cómo gestionar la aceleración, la frenada y el paso por curva en estas condiciones adversas.

Antes de salir a la pista, los participantes asistieron a una clase teórica impartida por nuestros experimentados instructores. Esta sesión previa fue fundamental para asentar las bases sobre el comportamiento de los coches en diferentes escenarios, en especial con pavimento mojado. Se explicaron conceptos clave como la transferencia de peso, la importancia de una frenada progresiva, y la anticipación en la entrada y salida de las curvas. Con esta información en mente, los clientes estaban listos para poner a prueba sus habilidades y conocimientos en un entorno seguro y controlado.

El momento de la verdad llegó cuando los vehículos entraron en la pista para realizar el primer reconocimiento. Bajo la supervisión de los instructores, los conductores pudieron familiarizarse con el trazado del circuito mientras la lluvia continuaba cayendo, lo que añadió un componente extra de emoción a la experiencia. El equipo de Francesc Gutiérrez, formado por pilotos e instructores de élite, acompañó en todo momento a los participantes, asegurándose de que cada uno recibiera orientación personalizada. Gracias a su experiencia y profesionalismo, los clientes no solo mejoraron sus técnicas de conducción, sino que también ganaron confianza al enfrentarse a situaciones que pueden resultar intimidantes para el conductor medio.

A medida que avanzaba la mañana, las condiciones climáticas comenzaron a mejorar, pero la humedad en el asfalto seguía representando un desafío. Esto permitió que los conductores practicaran la gestión del sobreviraje, algo habitual en vehículos de tracción trasera como los Aston Martin, sobre todo en curvas cerradas o en aceleraciones bruscas. La sensación de controlar un coche con tanta potencia en estas condiciones es algo que, sin duda, dejó una huella profunda en nuestros clientes, quienes tuvieron la oportunidad de aprender a sacar el máximo provecho de sus vehículos incluso en escenarios complejos.

Tras varias vueltas al circuito, el sol finalmente hizo su aparición durante la primera hora de la tarde, secando progresivamente la pista. Esta transición de condiciones permitió a los conductores experimentar cómo cambia el comportamiento del coche en seco en comparación con el asfalto mojado, proporcionando un contraste valioso en cuanto a la dinámica de conducción. De esta forma, los participantes pudieron comprender mejor la importancia de adaptar su estilo de conducción según las condiciones del terreno y el clima, lo que sin duda incrementará su seguridad no solo en el circuito, sino también en carretera abierta.

El curso no solo se centró en mejorar habilidades en la pista, sino también en desarrollar confianza y control sobre el vehículo en situaciones del día a día. Cada cliente tuvo la oportunidad de conducir su propio coche, acompañado por un instructor que le ayudaba a perfeccionar aspectos clave como la trazada en curvas, la anticipación de movimientos y, sobre todo, las técnicas de frenado, uno de los elementos más críticos para la seguridad en carretera. Estos conocimientos no solo son útiles para la conducción en un circuito cerrado, sino también en la vida cotidiana, donde imprevistos pueden requerir una respuesta rápida y precisa al volante.

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