(Actualizado: 14/09/2023)
La tecnología de tracción integral quattro es sin duda el estandarte más importante de Audi. Este mágico nombre, que apareció a principios de los 80, revolucionó totalmente la manera de entender el automóvil deportivo y demostró que una berlina premium también puede beneficiarse de la tracción total. Es inolvidable el spot de televisión de 1985 con el que Audi presentó el Audi 100 CS quattro subiendo la empinada pendiente de un trampolín de saltos de esquí.
Tras más de 40 años de evolución, el sistema de tracción quattro es la mejor demostración de que Audi sigue al pie de la letra su lema “A la vanguardia de la técnica”. Su tecnología puntera ofrece seguridad, dinamismo y una sensación de conducción increíblemente fluida, también sobre superficies deslizantes o en carreteras sin pavimentar. Si las ruedas de un eje pierden adherencia y aparece el riesgo de derrape, el par motor se redirige automáticamente al eje opuesto. Es como estar pegado a la carretera.
Hoy el sistema de tracción quattro está implantado en la totalidad de la gama actual de la marca de los cuatro aros, desde el pequeño Audi A1 hasta el gran Audi Q8. Pero no todos los sistemas quattro son iguales. Estos son los diferentes tipos de tracción integral quattro que Audi incluye en su gama actual.
Sistema de tracción quattro con diferencial central de deslizamiento limitado
Los modelos de Audi con motor delantero longitudinal y cambio automático tiptronic emplean el sistema de tracción quattro con un diferencial central de deslizamiento limitado, que funciona de forma puramente mecánica y distribuye la potencia de forma instantánea.
En condiciones normales el 40% del par va al eje delantero y el 60% al trasero, pero esa proporción puede variar en un amplio espectro según las condiciones de conducción y del terreno, lo que permite niveles elevados de tracción y unas reacciones deportivas.
- Si un eje pierde adherencia, se puede desviar hasta un 85% del poder de tracción hacia el eje trasero y hasta un 70% hacia el delantero.
- La distribución vectorial del par motor (torque vectoring) permite que la potencia de propulsión se distribuya a cada rueda por separado por lo que incluso en el peor de los casos, al menos una rueda tendrá tracción.
- La potencia y el par motor se redistribuyen inmediatamente, incluso antes de que la rueda empiece a girar.
- La potencia se distribuye en función de la situación y el estilo de conducción.
Gracias a este tipo tenemos una mejor tracción debido a la rápida distribución del par motor. La distribución vectorial del par motor proporciona par de la dirección adicional y el resultado que percibiremos rápidamente es que necesitaremos un menor esfuerzo en la dirección y que podremos afrontar las curvas a una mayor velocidad.
Su distribución milimétricamente estudiada nos hará estar expuestos en menor medida al subviraje cuando circulemos en el interior de una curva y aceleremos. En este caso, el sistema ESP interviene en una fase posterior y es bastante menos intrusivo de lo que cabe esperar de normal.
Sistema de tracción quattro ultra
El sistema quattro con tecnología ultra está diseñado pensando en los modelos de Audi que montan un motor longitudinal delantero y cambio manual o de doble embrague S tronic. Con un estilo de conducción moderado, la tracción quattro con tecnología ultra ofrece la eficiencia de un sistema de propulsión delantera, con un ahorro medio de 0,3 litros de combustible cada 100 kilómetros respecto de la competencia.
Pero la tracción total está lista para entrar en acción cuando sea necesario y se activa de forma predictiva, anticipándose a las necesidades. El nivel de tracción y estabilidad es similar al de los sistemas quattro de tracción total permanente.
Vectorización del par en el eje trasero: el diferencial deportivo
Los Audi más potentes y deportivos equipados con cambio tiptronic tienen disponible, en opción, un diferencial deportivo que mejora la dinámica, la tracción y la estabilidad mediante una distribución ideal del par entre las ruedas traseras. Elimina de raíz cualquier subviraje.
El diferencial deportivo integra a cada lado un elemento de transmisión con un embrague multidisco hidráulico alimentado por una bomba de aceite. En las curvas tomadas a gran velocidad la rueda exterior recibe par adicional de la rueda opuesta, lo que le permite sumar hasta 1.200 Nm.
Embrague hidráulico multidisco
Los modelos compactos con motor transversal, como el Audi S3 y el Audi Q2, utilizan un sistema de tracción quattro mediante un embrague multidisco hidráulico controlado electrónicamente. Con él la potencia entre ambos ejes se reparte mediante un embrague electrónico multidisco de accionamiento electrohidráulico, que funciona mediante aceite que impulsa una bomba eléctrica y va situado en el tren posterior para lograr un mejor equilibrio de pesos.
Con una carga baja o durante el empuje, la propulsión se produce primeramente a través del eje delantero, quedando el eje trasero desacoplado. No obstante, si es necesario, el sistema de tracción quattro se activa en décimas de segundo, evitando que las ruedas patinen y que se produzca una pérdida de tracción.
La tracción inteligente calcula de forma permanente el momento de propulsión ideal para el eje trasero. Cuando cambian las condiciones, la bomba eléctrica de pistón axial acumula hasta 40 bares de presión hidráulica en sólo unos pocos milisegundos.
Al mismo tiempo se evalúan parámetros como las revoluciones de las ruedas y el ángulo de dirección y en caso necesario, existe la posibilidad de transmitir casi el 100% del par al eje trasero.
Los puntos fuertes de este sistema son el consumo de combustible que cae, al circular el vehículo la mayoría de su tiempo en modo tracción delantera.
El deportivo de altas prestaciones Audi R8 utiliza el embrague electrohidráulico multidisco con una disposición especial. Junto al motor central V10 se utiliza un compacto cambio S tronic de siete velocidades y un diferencial de deslizamiento limitado para las ruedas traseras. No hay una distribución básica fija, y en casos extremos la tracción puede llegar a ser 100% trasera o 100% delantera, especialmente durante la conducción más dinámica y ágil.
Tracción quattro eléctrica
En los Audi e-tron y e-tron Sportback tres motores eléctricos, uno sobre el eje delantero y dos sobre el trasero, proporcionan una tracción eléctrica a las cuatro ruedas que asegura la mejor motricidad posible y unas reacciones deportivas. Esta última generación de la tracción quattro a las cuatro ruedas adaptada a los coches eléctricos regula la distribución ideal del par entre ambos ejes de forma permanente y totalmente variable.
De nuevo, un mismo sistema ofrece las ventajas de eficiencia de la tracción en un solo eje con las de la tracción y estabilidad de las cuatro ruedas motrices.
Los dos motores traseros aportan los beneficios del diferencial deportivo. El par se distribuye en cuestión de milisegundos, a través de una vectorización eléctrica que hace posible una entrega extremadamente alta. La diferencia de par motor puede llegar a ser de hasta 220 Nm, que se convierte en unos 2.100 Nm de par en rueda debido a la reducción de la transmisión.