Alfa Romeo SZ, cuando Zagato alcanzó la excelencia
La inigualable belleza de los automóviles italianos no podría ser entendida sin la participación de los grandes estudios de diseño que nacieron en el país transalpino a lo largo del siglo XX.
Bertone, Pininfarina, Giugiaro o Frua son solo algunas de las compañías responsables del diseño de algunos de los vehículos más importantes de la historia de la automoción, pero Zagato es otra de las marcas que no podrían faltar.
Fuertemente vinculada a proyectos para fabricantes italianos, la relación entre Zagato y Alfa Romeo se remonta a los años 20, cuando Ugo Zagato empezó a diseñar carrocerías para los vehículos de competición de la marca de Milán.
En el Salón de Ginebra de 1989, Alfa Romeo presentó una de sus creaciones más impresionantes en colaboración con este estudio de diseño. Era el Alfa Romeo SZ, creado inicialmente como Project ES-30 (Experimental Sportscar 3.0-liter).
La idea, desarrollada entre los estudios de diseño de Fiat y Alfa Romeo y Zagato, se basaba en el inmenso atractivo de un deportivo de altas prestaciones y tracción trasera, lujoso y con un diseño adelantado a su tiempo. Para ello, su creación tomó como base el Alfa Romeo 75, que en sus versiones más potentes equipaba un motor V6 de 3 litros y casi 200 CV.
En el caso del SZ la potencia aumentó hasta los 210 CV, y además, gracias a la participación en el proyecto de ingenieros venidos directamente de Alfa Corse, al modelo se le incorporó una suspensión de primer nivel y frenos y llantas más grandes que lo convencional.
La carrocería estaba formada por paneles en fibra de vidrio reforzada para reducir el peso, aunque la gran atracción del coche eran sus formas, en una perfecta combinación entre las bellas y estilizadas formas italianas y las arriesgadas líneas rectas tanto en la zaga como el frontal, así como en el alerón trasero en fibra de carbono y unas ópticas sorprendentes y nada convencionales.
El Alfa Romeo SZ era un coche atrevido con el añadido de una magnífica dinámica de conducción gracias a una dirección precisa, a una tracción trasera muy progresiva y un motor a la altura.
En el interior del coche se respiraba un estilo especial, con unos asientos deportivos de cuero innovadores y un volante apasionante, perfecto para dominar un coche con una corta distancia de ejes, una perfecta curva de par y una caja de cambios manual de 5 velocidades.
Dado su elevado precio (unos 10 millones de pesetas), durante un corto periodo de comercialización apenas se fabricaron 1.000 unidades del Alfa Romeo SZ, todas ellas en color rojo con el techo negro a excepción de un único vehículo, el de Andrea Zagato, que fue pintado negro con el interior rojo.
Por su parte, también se comercializó a partir de 1992 una versión roadster del modelo, el Alfa Romeo RZ, del que se fabricaron menos de 300 vehículos.
Imágenes: Davide Cironi, autoclassic.uy, pistonheads.com, classics.honestjohn.co.uk.
