Desde 1902 hasta 2020: historia eléctrica de Peugeot

Puede parecer sorprendente, pero los inicios del desarrollo de coches eléctricos en Peugeot se remontan a nada menos que a 1902. 

Al comienzo de la era del automóvil, la marca francesa ya experimentó con la propulsión eléctrica como una alternativa para los vehículos de reparto. Llegaron incluso a fabricarse algunas unidades, aunque el proyecto fue abandonado. No obstante, Peugeot ha permanecido en todo momento a la vanguardia de la aplicación de la tecnología eléctrica a la automoción.

Peugeot VLV, 1941

Peugeot lanzó su primer vehículo eléctrico ya en 1941, cuando el racionamiento de gasolina durante la segunda guerra mundial fue un gran incentivo para el desarrollo de energías alternativas. Su nombre era VLV (Vehículo Ligero de Ciudad), y se fabricaron un total de 377 unidades que fueron utilizadas sobre todo por carteros y médicos. Este pequeño mini cabrio biplaza funcionaba gracias a las baterías colocadas en el maletero delantero y un motor eléctrico sin diferencial que actuaba sobre las ruedas traseras. Su autonomía era de 70 a 80 km, para una velocidad que no excedía los 35 km/h.

A lo largo de los años 70 y 80, Peugeot se asoció con Alsthom y EDF (Electricité de France) para proponer propulsión eléctrica primero en los prototipos Peugeot 104 (4 cupés y 3 furgonetas) y luego en los utilitarios Peugeot J5 y D9. 

La explosión de los 90

Entre 1990 y 2010 se aceleró el desarrollo de vehículos de propulsión eléctrica de Peugeot. En 1993, el Peugeot 106 Electric fue un adelantado a su tiempo del que se produjeron 3.542 unidades entre 1993 y 2003. 

El Peugeot Ion se presentó en el Salón del Automóvil de París de 1994. Un vehículo concebido y diseñado exclusivamente para la ciudad que ofrecía un nivel de confort y equipamiento futuristas para un automóvil de serie de la época. Era impulsado por un motor de corriente continua de 20 kW alimentado por baterías de níquel-cadmio.

El Peugeot Tulip fue un pionero del car sharing en 1996. El objetivo era conciliar la ciudad, el automóvil y el medio ambiente ofreciendo un transporte urbano libre, individual y público. La idea era establecer una red de vehículos de alquiler con una estación central se encargaba de la gestión, reserva, mantenimiento de móviles y facturación.

Ese mismo año 1996 se presentó el Peugeot Touareg, un silencioso 4x4 con propulsión eléctrica gracias a sus baterías de hidruro de níquel/cadmio colocadas en el respaldo de los asientos delanteros. El motor eléctrico desarrollaba una potencia de 35,5 kW. Estaba asistido por un monocilindro que actuaba como un generador que permitía la recarga autónoma de las baterías y otorgaba una autonomía de 300 kilómetros con 15 litros de combustible.

En el año 2000, Peugeot entró en el nuevo siglo presentando dos prototipos eléctricos de City Toyz de tres plazas: el Peugeot e-doll y el Peugeot Bobslid. El Peugeot e-doll era impulsado por dos motores eléctricos derivados directamente del Scooter eléctrico Peugeot Scoot’elec. Por su parte, el Peugeot Bobslid era propulsado por 40 motores eléctricos distribuidos en cuatro ruedas motrices, dirigido por joystick.

La revolución eléctrica

Hoy el cambio tecnológico y la transición energética son una realidad. La gama Peugeot estará electrificada al 50% en 2020 y al 100% en 2025

Nueve meses después del lanzamiento del nuevo Peugeot e-208, el showroom de la marca es rico en modelos electrificados: e-208, e-2008, 508 Hybrid y 3008 Hybrid para turismos; e-Expert, E-Traveler y pronto e-Boxer para vehículos comerciales. La revolución eléctrica está en marcha.

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