Nuestro estilo de conducción tiene una gran incidencia en los objetivos globales de eficiencia energética. El transporte es el sector que más energía consume en España (un 40% del total), y solamente los turismos suponen aproximadamente el 15% de toda la energía final consumida. Así pues, está claro que el uso racional de los medios de transporte y la gestión eficiente de las flotas de vehículos de empresa es cada vez más importante.
Además, el precio de los combustibles ha subido más de un 6% en lo que va de año, por lo que reducir el consumo de carburante puede suponer un ahorro considerable.
En este post vamos a ayudarte a lograrlo repasando algunas de las prácticas que te permitirán lograr una mayor eficiencia energética, introduciendo algunos cambios en tus hábitos de conducción para adaptarlos a las innovaciones introducidas en los motores actuales.
Los beneficios de una conducción eficiente
Seguir los consejos para conducir de una forma eficiente permite lograr beneficios como:
- Un ahorro medio de combustible del 15%.
- Mejora del medio ambiente.
- Reducción del 15% de las emisiones de CO2.
- Menor contaminación acústica.
- Más confort durante la marcha.
- Menos estrés del conductor.
- Adicionalmente, como importantísimo beneficio colateral, aplicar las reglas de la conducción eficiente contribuye también a aumentar la seguridad vial.
Consejos para conducir de la manera más eficiente
1. Arranque y puesta en marcha
- Arrancar el motor sin pisar el acelerador.
- En los motores de gasolina, iniciar la marcha inmediatamente después del arranque.
- En los diésel, sin embargo, es conveniente esperar unos segundos.
2. Primera marcha
- Usarla exclusivamente para el inicio de la marcha, y cambiar a 2ª a los 2 segundos o 6 metros.
3. Cuándo cambiar de marcha
- Según las revoluciones:
- En los motores de gasolina: entre las 2.000 y 2.500 rpm
- En los motores diésel: entre las 1.500 y 2.000 rpm
- Según la velocidad:
- a 2ª marcha: a los 2 segundos o 6m
- a 3ª marcha: a partir de unos 30 km/h
- a 4ª marcha: a partir de unos 40 km/h
- a 5ª marcha: por encima de unos 50 km/h
4. Cómo cambiar de marcha
- Acelerar tras realizar del cambio.
- Circular el máximo tiempo posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones supone un gran ahorro de combustible. Por ejemplo, un coche compacto de 1,2 litros que circula a una velocidad de 60 km/h:
- En 3ª marcha, consume 7,1 litros de gasolina,
- En 4ª, 6,3 litros (un 11% menos),
- En 5ª, sólo 6 litros (un 15% menos).
5. Velocidad
- Intentaremos mantener una velocidad lo más uniforme posible; buscando fluidez en la circulación, evitando los frenazos, aceleraciones y cambios de marcha bruscos o innecesarios.
- El consumo de carburante aumenta en función de la velocidad elevada al cuadrado. Así, un aumento de velocidad del 20% (pasar por ejemplo de 100 a 120 km/h), significa un aumento del 44% en el consumo (de 8 l/100 Km a 11,5 l/100 Km).
- Un truco: circulando en cualquier marcha, sin pisar el acelerador, y por encima de 1.500 rpm o a unos 20 km/h, el consumo es nulo.
6. Cómo decelerar
- Levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha engranada en ese momento.
- Con el pedal del freno, frenar de forma suave.
- Reducir de marcha lo más tarde posible, especialmente en las bajadas.
7. Detención
- Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detener el coche sin bajar de marcha.
8. Paradas
- En paradas de más de 60 segundos, es recomendable apagar el motor.
9. Anticipación y previsión
- Mantener siempre la distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver dos o tres vehículos por delante.
- Cuando detectemos un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levantar el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.