Las claves del envejecimiento del parque móvil español
Con las previsiones de crecimiento en claro ascenso, y por lo tanto con mayor actividad económica, parece lógico entender que los fabricantes de coches deberían afrontar el año 2017 con un marcado optimismo, conscientes que la demanda por adquirir un vehículo nuevo en nuestro país va a aumentar durante el ejercicio actual.
Pero lo cierto es que, lamentablemente, el parque automovilístico de España hace años que sufre un mal endémico: el envejecimiento de los vehículos que circulan por nuestras carreteras.
Así, según datos proporcionados por Faconauto, la patronal de los concesionarios de automoción en España, “el 60% de los coches que circulen por las carreteras de España en 2017 tendrán más de diez años de antigüedad. Este porcentaje es también muy parecido en el caso de los vehículos comerciales”.
¿Por qué España tiene un parque móvil cada vez más envejecido?
Tras unos años de recesión económica, las ventas de coches nuevos se resintieron en nuestro país a finales de la década pasada, y como consecuencia, aumentó la comercialización de vehículos de ocasión (vendidos por concesionarios) y de segunda mano (vendidos por particulares). De esta manera, se cubrió la demanda existente de automóviles, pero con el alto coste que implica que España sea uno de los países de Europa con un parque automovilístico más antiguo.
Relacionado con el motivo anterior, las dinámicas de los compradores en los últimos años reflejan un claro aumento de la venta de coches nuevos en los concesionarios oficiales, pero el mercado de coches de segunda mano sigue muy vigente.
De esta manera, según la previsión hecha por la consultora MSI, “el mercado de vehículo usado va a seguir subiendo en los próximos años. En 2017 las ventas de coches usados crecerán un 8,5%, hasta 1,8 millones, para en 2018 únicamente incrementarse un 3%, pero rozar ya los 2 millones de unidades transferidas.” Por lo tanto, es previsible que en los siguientes años la edad media del parque de vehículos supere incluso los datos actuales.
Las consecuencias de un parque móvil envejecido
Cuando el sector del automóvil tiende hacia una edad media cada vez más avanzada, se produce un factor muy preocupante, el del posible aumento de la siniestralidad en carretera.
Motivados por el bajo precio, muchos compradores deciden adquirir un automóvil de segunda mano mediante la compra a particulares. Este hecho, cuando se realiza con coches de edad avanzada, implica un riesgo para la circulación, derivado de las necesidades de mantenimiento en los automóviles de más de cinco años.
La compra de un coche, mediante el canal de particulares, nunca garantiza que el vehículo adquirido cumpla con los estándares mínimos que se requieren para su uso en circulación. Así, más allá de disponer de los datos de la Inspección Técnica del Vehículo (ITV) más reciente, no existen muchas más opciones que el vendedor pueda garantizar que el automóvil vendido ha recibido un correcto mantenimiento, y especialmente, que no haypiezas del coche que ya hayan superado su vida útil recomendada.
También es importante destacar que, a mayor edad del coche, menos serán los sistemas de seguridad que incluya, tales como airbags, ABS o dirección asistida.
El mercado de ocasión, la gran alternativa
Para paliar el aumento de la edad de los coches en circulación, aquellos que busquen adquirir un coche a buen precio y con todas las garantías, pueden acudir a los concesionarios oficiales especializados en el vehículo de ocasión.
En este caso, se trata de coches que han sido usados por como mínimo un propietario, y han tenido un desgaste normal. Tienen más de 2 años y su kilometraje puede ser muy variable, pero cuentan con importantes ventajas:
- El coche ha sido revisado minuciosamente para garantizar su perfecto estado de circulación.
- Puede contar con hasta 2 años de garantía europea.
- El coche se puede adquirir con una financiación a medida de las necesidades del comprador.
- El cliente puede cambiar su coche, si este no le convence, en un plazo de 30 días o 1.000 kilómetros.