13/06/2025
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La gran complejidad tecnológica y falta de estandarización dificultan la comprensión de estos sistemas de seguridad avanzada.
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Los sistemas ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción) representan uno de los avances más significativos en seguridad automovilística de las últimas décadas. Sin embargo, su implementación se enfrenta a una barrera inesperada: la confusión y desconexión de los conductores respecto a estas tecnologías. Según Kathleen Rizk, directora senior en J.D. Power especializada en tecnología del automóvil, esta falta de claridad no solo dificulta el uso correcto de las funciones, sino que puede generar frustración y conducir a un empleo inadecuado de estos sistemas de seguridad.

La consultora J.D. Power ha identificado que los usuarios se están saturando de muchos sistemas ADAS, considerándolos poco útiles, difíciles de entender o incluso molestos. Esta percepción reduce significativamente los beneficios potenciales que estas tecnologías pueden aportar a la seguridad vial.

Complejidad tecnológica: alertas versus asistentes

Los sistemas ADAS abarcan un amplio espectro de funcionalidades que pueden dividirse en dos categorías principales: alertas, que únicamente avisan al conductor, y asistentes, que además actúan de manera automática. Mientras que algunos sistemas como la alerta de ángulo muerto o la frenada autónoma de emergencia resultan relativamente fáciles de comprender, otros presentan mayor complejidad.

Un ejemplo claro de esta complejidad se encuentra en los sistemas de mantenimiento de carril, que pueden tener múltiples variantes: desde simples alertas que avisan del cruce de líneas hasta sistemas sofisticados capaces de realizar adelantamientos completos de forma autónoma. Esta acumulación de funcionalidades sobre un sistema base genera confusión entre los usuarios a la hora de entender qué hace exactamente cada función.

La ausencia de nomenclatura estandarizada

Uno de los obstáculos más significativos para la comprensión de los sistemas ADAS es la falta de una nomenclatura uniforme. Los fabricantes utilizan docenas de nombres y etiquetas diferentes para designar el mismo sistema, lo que dificulta la comparación entre modelos y marcas. Esta situación ha llevado a organizaciones como Consumer Reports, AAA y J.D. Power a liderar iniciativas para establecer denominaciones neutras y estandarizadas.

En España, Carglass ha desarrollado el "Diccionario ADAS de Carglass" como respuesta a esta carencia, proporcionando una nomenclatura neutral que facilita la comprensión y comparación de estos sistemas entre diferentes vehículos.

Deficiencias en la explicación y formación

El momento crucial para familiarizarse con los sistemas ADAS se produce en el concesionario, durante la adquisición del vehículo. Sin embargo, estudios de J.D. Power revelan que, si estas funciones no se comprenden y utilizan durante los primeros 90 días posteriores a la compra, es poco probable que se empleen posteriormente.

El tiempo ideal para explicar las características clave de un vehículo se estima en 40 minutos, de los cuales solo una fracción se dedica a los sistemas ADAS. Además, los consumidores comienzan a mostrar menor satisfacción e interés después de pasar 90 minutos en un concesionario, lo que limita las oportunidades de formación efectiva.

Resistencia al cambio y falta de interés

Muchos conductores muestran resistencia a modificar hábitos de conducción arraigados durante años. Los sistemas ADAS frecuentemente requieren cambios en comportamientos como mantener las distancias de seguridad o respetar las líneas de carril. Esta resistencia al cambio, combinada con creencias profundamente enraizadas sobre las propias habilidades de conducción, dificulta la adopción efectiva de estas tecnologías.

Adicionalmente, un porcentaje significativo de conductores no demuestra interés por comprender el funcionamiento de los sistemas de seguridad, confiando en que funcionarán automáticamente cuando sea necesario, similar a como confían en los sistemas de un ascensor.

La complejidad de la demostración práctica

La comprensión completa de los sistemas ADAS requeriría demostraciones prácticas que resultan complicadas de realizar de forma segura en tráfico real. Esta limitación deja un campo abierto para las autoescuelas y centros de formación especializados, que podrían desarrollar programas específicos para la educación en estas tecnologías.

Aprendizaje continuo y actualizaciones

La evolución constante de estos sistemas añade una capa adicional de complejidad. Los vehículos modernos reciben actualizaciones de software que pueden añadir nuevas funcionalidades ADAS o mejorar las existentes, requiriendo un proceso de aprendizaje continuo por parte del conductor.

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