03/07/2024
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Se cumplen cien años desde que, en 1924, el Ford T fuera el primer coche que montó un parasol, un invento sencillo, económico y práctico.
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Los deslumbramientos provocados por la luz del son la segunda principal causa ambiental de accidentes de tráfico, solo por detrás de la lluvia. Este es un riesgo que se multiplica en las estaciones de primavera y otoño, por el ángulo de incidencia solar, y porque en esta época las horas de salida y puesta del sol coinciden más con las horas punta de desplazamientos.

Precisamente este año se cumple un siglo del primer coche que hizo frente al peligro de los deslumbramientos instalando un parasol.

Historia del parasol

La primera patente de un parasol para automóvil la obtuvieron los estadounidenses Charles H. Schumachery Albert A. Schmalz en 1918. Sin embargo, fue el Ford T, pionero en tantos aspectos, el primer coche que montó uno en 1924. Aquellos primeros parasoles modernos, abatibles y pivotables eran unas viseras desplegables instaladas en el exterior del parabrisas.

En 1928, la marca Face a Lite comenzó a comercializar, como accesorio, una nueva versión interior también abatible. Un invento sencillo y económico que rápidamente demostró su gran practicidad.

Apenas dos años después, el fabricante de automóviles Packard comenzó a montar parasoles interiores y abatibles en algunos de sus modelos como equipamiento opcional. De aquí en adelante esta fue la opción que se popularizó en toda la industria y es el diseño que ha llegado prácticamente intacto hasta nuestros días. Aunque en los años 50 todavía había pick-up americanas con parasoles exteriores montados sobre el parabrisas.

Desde entonces el diseño del parasol apenas ha sufrido variaciones. Tan solo se le ha añadido el soporte que permite su movimiento lateral y los detalles de los espejos y luces interiores.

9.000 accidentes al año en Estados Unidos

Numerosos estudios realizados en todo el mundo han puesto de manifiesto la incidencia de los deslumbramientos por el sol en los accidentes de tráfico. En España, la DGT ha calculado que un 5% de los accidentes de tráfico en las horas crepusculares se producen por deslumbramiento.

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera de Estados Unidos (NHTSA) cifra en unos 9.000 los accidentes que el deslumbramiento solar produce cada año y ha detectado cómo el tráfico en dirección este por la mañana, y en dirección oeste por la tarde registra más colisiones.

El otro peligro del sol al volante

Además de afectar a la seguridad de la conducción, la exposición a los rayos UV que recibimos a través de los cristales también afecta a todos los ocupantes de un vehículo. La exposición a los rayos UV es acumulativa y está asociada al 90 % de todos los cánceres de piel. Pero en la mayoría de los automóviles solo el parabrisas ofrece protección frente a esta amenaza. Aunque la ley permite laminar las ventanas traseras y la Skin Cancer Foundation lo recomienda, son pocos los modelos que incluyen ventanillas laterales que bloquean los rayos UV.

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