Los tres irrepetibles prototipos de Peugeot de los años 80

Los años 80 fueron una década prodigiosa para la industria de la automoción. Los mercados crecían, los presupuestos de las marcas aumentaban y la innovación, de la mano de la incipiente electrónica, ofrecía unas inmensas oportunidades a los diseñadores e ingenieros.

En Peugeot, con una gama de turismos de fama internacional y con un programa deportivo en pleno auge, decidieron que era el momento perfecto para empezar a poner las bases de los futuros modelos de la marca. Así nacieron, en los años 1984, 1986 y 1988, los tres primeros prototipos futuristas de Peugeot: Quasar, Proxima y Oxia.

Descubre a continuación por qué fueron tan especiales aquellos tres concept-car, y qué impacto tuvieron en el devenir de la marca.

 

Peugeot Quasar Concept – 1984

Ya hablamos sobre el Quasar en un reportaje anterior que puedes leer aquí. No en vano, el primer gran concept-car de Peugeot fue un coche que permitió a la marca mostrar que era capaz de igualarse a los fabricantes de grandes superdeportivos.

El Quasar Concept lo tenía todo: era un prototipo funcional, la inspiración de su diseño y tecnología venía de la industria aeronáutica, y su mecánica turboalimentada derivaba nada menos que del Peugeot 205 Turbo 16 (rondando los 600 CV), que triunfaría poco después entre los icónicos Grupo B de rallyes.

Ante todo, destacaba por su gran cúpula de cristal, estilo carlinga de aviación, la carrocería con fibra de carbono y kevlar y las puertas con apertura vertical. Era un coche avanzado a su tiempo, y lo más importante: demostraba hasta dónde podrían llegar en el futuro los coches de producción de la marca. Y ese era el mejor marketing que podía haber.

 

Peugeot Proxima Concept – 1986

Dos años después del Quasar, en Peugeot estaban dispuestos a presentar el siguiente prototipo de la dinastía, el Proxima. Explotando el concepto de deportivo futurista con motor central-trasero, los diseñadores de la marca dieron un paso más allá y alcanzaron un nuevo nivel de vanguardia.

El Peugeot Proxima era todavía más avanzado que su predecesor, equipando una carrocería con resinas, fibra de carbono y policarbonato totalmente acristalada, pantallas a color en su interior, proyección de información en el parabrisas y muchas ayudas a la conducción que acabarían llegando al mercado años después.

Su aspecto era casi amenazante, con una llamativa anchura de vías, el eje trasero casi al descubierto y una zaga difícil de describir. En este caso, la mecánica elegida fue un V6 biturbo, con una potencia de aproximadamente 600 CV.

 

Peugeot Oxia Concept – 1988

El cénit de los prototipos del león en los años 80 llegó de la mano del Peugeot Oxia, un coche menos radical en su diseño y mucho más cercano a un posible superdeportivo de producción.

Presentado en 1988, volvía a estar firmado por los diseñadores del Centro de Estudios de Peugeot de La Garénne. Estaba concebido como un futuro Gran Turismo de gama alta, con guiños a modelos contemporáneos como el Peugeot 405. Su aspecto, con un capó corto, cúpula acristalada y larga zaga, recordaba a los prototipos de Le Mans.

De nuevo, en su interior se apostó por la tecnología del futuro, incorporando un PC funcional con todos los avances del momento, unido a una tapicería elegante, en cuero y toques azules. Incorporaba también células fotovoltaicas sobre el capó.

Además, y como definitivo prototipo de la saga, era el más rápido y potente de los tres: equipaba el motor V6 sobrealimentado con dos compresores, ahora con una potencia de 680 CV y caja de cambios manual de seis velocidades.

Los avances introducidos en los Peugeot Quasar, Proxima y Oxia sirvieron de punto de partida para muchos otros prototipos y futuros coches de la marca, pero ante todo, dejaron un legado excepcional sobre cómo entendían sus diseñadores el futuro de la automoción.

 

En nuestros concesionarios oficiales Peugeot, Auto 95 (Mataró) y Leonauto (Castellón y Villarreal), podrás conocer los modelos de la gama actual de Peugeot.

 

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