Volkswagen Polo G40, el deportivo más compacto

Siguiendo la estela del gran éxito logrado por el Golf GTI, a mediados de los años 80 Volkswagen decidió apostar por la creación de otro coche compacto de altas prestaciones, ligero y relativamente económico. En ese contexto nació el G40, una de las versiones más carismáticas de la larga historia del Volkswagen Polo.

El Volkswagen Polo G40 se situaba en lo alto de la gama coupé, pero compartía muchas de las características con los Polo convencionales de su generación. Sin embargo, presentaba una importante innovación: su sobrealimentación por compresor volumétrico G (G-Lader) con espiral de 40 mm de grosor. Precisamente fue este sistema de alta precisión y la complejidad de su fabricación lo que hizo que las unidades disponibles del G40 fueran limitadas a lo largo de los años.

En el corazón del Polo G40 estaba un motor de 1,3 litros de cuatro cilindros en línea sobrealimentado, que ofrecía los siguientes datos de rendimiento:

  • Potencia máxima: 114 CV a 6000 rpm
  • Par motor máximo: 148 Nm a 3.600 rpm
  • Velocidad máxima: 200 km/h aprox.
  • Aceleración de 0 a 100 km/h: 8 segundos aprox.

El gran hito del Polo G40: 24 horas a 200 kilómetros por hora

El innovador sistema del G40 ofrecía el par a menor régimen, eliminaba el lag del turbo y mejoraba el comportamiento general. Por este motivo, Volkswagen ganó premios de gran prestigio como el «Motor Internacional del Año».

Sin embargo, este planteamiento completamente nuevo y revolucionario tuvo que pasar antes por la pista de pruebas para demostrar sin ningún género de duda su fiabilidad y sus prestaciones. El reto fue ambicioso, y Volkswagen lo superó con creces: en 1985, un año antes de su lanzamiento, tres Polo G40 se pasaron 24 horas dando vueltas a 200 km/h en el circuito oval de Ehra-Lessien.

El éxito de la experiencia, logrado por tres vehículos preparados para la ocasión, marcó el punto de inflexión a partir del cual se empezó a desarrollar la tecnología de sobrealimentación de Volkswagen. Además del Polo G40, en los siguientes años llegarían el Volkswagen Golf G60, el Volkswagen Passat G60 Synchro y el Volkswagen Corrado G60.

Además de su motorización pionera, el Volkswagen Polo G40 ofrecía un sistema de frenado impecable, con frenos de disco delanteros ventilados radialmente y pinza flotante de un pistón ATE.

La altura de la carrocería al suelo se rebajaba en 25 mm respecto a la versión coupé estándar. Esto, unido a la incorporación de las barras de estabilización delantera y trasera, optimizaba un comportamiento más homogéneo, con una dirección rápida, efectiva y ágil en zonas muy viradas.

Con la llegada de la década de los 90, Volkswagen realizó un importante restyling al Polo de segunda generación, dotándolo de un aspecto mucho más moderno y mejor aerodinámica. El Volkswagen Polo G40 se vio también actualizado, aunque manteniendo sus prestaciones.

La historia del Polo G40 llegó a su final en 1995, cuando fue reemplazado por el Polo GTI. Sin embargo, su nombre todavía es recordado por muchos aficionados.

 

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