3 curiosos Volkswagen que lo tenían todo para triunfar

La actualidad de Volkswagen está cargada de novedades, con presentaciones de modelos tan conocidos como el Nuevo Golf o la llegada de la familia de coches eléctricos ID. Pero a lo largo de su larga historia, la marca de Wolfsburgo también ha diseñado algunos modelos innovadores que podrían haber logrado un éxito internacional, pero que o bien no llegaron a producirse, o se hizo de una forma muy limitada.

El Volkswagen EA 128, una berlina con motor de 911 que la marca estuvo a punto de fabricar en 1963; el Volkswagen Twin Scirocco, que equipaba dos motores y que también pudo llegar a producción en serie en los 80; y más recientemente el Volkswagen New Beetle RSi, una variante de altas prestaciones de la que se fabricaron 250 unidades, son tres ejemplos. Vamos a conocerlos con más detalle.

 

Volkswagen EA 128

En 1963, Europa y los Estados Unidos se encontraban todavía en el baby boom y las familias necesitaban vehículos que contaran con un gran espacio interior y buen maletero trasero. Así, de la asociación entre Volkswagen y Porsche surgió la propuesta de crear una versión del 911 con carrocería de berlina: nacía el proyecto Volkswagen EA 128, pensado para el cliente medio estadounidense.

Con 4,70 metros de longitud y una estética muy avanzada para la época, el Volkswagen EA 128 ofrecía dos filas de asientos, consistentes en dos bancos corridos con capacidad para seis personas. Manteniendo la caja de cambios manual, el sistema de suspensión, la dirección, el volante y el salpicadero del 911, equipaba un motor bóxer de dos litros y seis cilindros que desarrollaba unos modestos 90 CV. El proyecto podía haberse hecho con un espacio en el mercado, pero el alto precio de los componentes impidió finalmente que este modelo llegara a producirse, al no poder lograr un producto sencillo y asequible que pudiera calar en el mercado.

 

Volkswagen Twin Scirocco

Corría el año 1983 cuando Volkswagen Motorsport quiso demostrar que también en Wolfsburgo eran capaces de construir deportivos de altos vuelos. Para ello, se cogió la base del Volkswagen Scirocco y se equipó con dos motores de competición, uno delante y otro en el maletero, naciendo el Volkswagen Twin Scirocco 360/4. Con apenas 1.8 litros eran capaces de desarrollar 180 CV, por lo que la potencia total era de 360 CV y cada motor estaba asociado a un cambio manual de cinco velocidades. El cable del acelerador actuaba sobre el motor trasero, y este enviaba esa posición al delantero. Según los datos de la época, el modelo era capaz de alcanzar una velocidad punta de 290 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. Un coche salvaje que era un buen ejercicio tecnológico, pero su producción no era viable.

En cambio, un año después se presentó el Volkswagen Twin Scirocco 280/4, con unas especificaciones que lo acercaban a la producción en serie. Equipaba dos nuevos motores de inyección de 1.8 litros, con culatas Oettinger de 16 válvulas, que desarrollaban una potencia de 141 CV cada uno y asociados a un cambio automático de tres velocidades y convertidor de par. Como en el caso del EA 128, la producción en serie de este modelo podría haberse hecho realidad, pero la idea fue finalmente desestimada por resultar demasiado costosa. De estos mismos avances nació otro célebre vehículo, el Volkswagen Golf bimotor que conquistó la Subida al Pikes Peak.

 

Volkswagen New Beetle RSi

El relanzamiento del mítico Beetle en 1998 contó con diferentes versiones. Posiblemente la más interesante fuera su variante de altas prestaciones, el Volkswagen New Beetle RSi, que equipaba una evolución del motor VR6 que aumentaba su cilindrada hasta los 3.2 litros. Este motor ofrecía una potencia de 225 CV, transmitida a las cuatro ruedas con el sistema Haldex de tracción total. Asociado a un cambio manual de seis velocidades, alcanzaba una velocidad punta de 220 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos.

Con unos pasos de rueda ensanchados y un ancho de vías modificado, el Volkswagen New Beetle RSi contaba con un enorme alerón fijo, asientos deportivos construidos en fibra de carbono y otros muchos otros detalles de corte racing. El resultado era un coche muy deportivo y carismático, del que se optó por producir únicamente 250 unidades, convertidas ya actualmente en futuros clásicos. Quizás con una versión ligeramente menos deportiva, el New Beetle habría logrado un mayor éxito entre los aficionados a los compactos deportivos de nueva generación.

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Imágenes: Volkswagen, Autocar.co.uk, diariomotor.com, curbsideclassic.com, periodismodelmotor.com.

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