Los 7 extraordinarios coches de la saga Aston Martin DB
A lo largo de poco más de un siglo de historia, Aston Martin se ha labrado una merecida fama como fabricante de coches elegantes y deportivos, cargados de estilo británico pero también abiertos a las novedades e innovaciones que llegan desde todas las partes del mundo.
Pero lo cierto es que la marca de Gaydon comenzó su historia diseñando coches más "convencionales" y, tras dificultades financieras en los años previos y posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Aston Martin tuvo que ser puesta a la venta en el año 1946. Lo que nadie esperaba es que la adquisición de la firma por parte de un exitoso empresario de la industria de los tractores catapultaría para siempre a Aston Martin al olimpo de las grandes marcas de coches.
Así fue como a finales del año 1946, David Brown leyó un pequeño anuncio en el diario The Times en el que se ofrecía una marca de coches deportivos a quien pagase las 20.000 libras que solicitaban. Su oferta fue la ganadora y, desde aquel momento, las siglas de su nombre y apellido (DB) se convertirían en todo un icono para una de las mejores sagas de deportivos de la historia.
Aston Martin DB1 (2-Litre Sports) - 1948
El primer vehículo de la saga de Aston Martin DB llegó pocos meses después de que Brown se pusiera al mando de la empresa. Aquel DB1, también apodado el Two Litre Sports, saltó directamente de la fábrica de Inglaterra a la victoria en las 24 Horas de Spa-Francorchamps y fue el coche que inició la perfecta relación y harmonía entre la efectiva conducción en circuito, la elegancia y la innovación.
Aston Martin DB2 - 1950
Ya con el aprendizaje heredado del Two Litre, el DB2 se convirtió en la auténtica semilla para los futuros diseños de la marca. Elegante y contemporánea, aquella berlina dejaba atrás todo recuerdo a las formas de los coches de preguerra para decantarse por un diseño totalmente nuevo. También equipaba un nuevo motor de 6 cilindros en línea y, en general, fue un coche realmente exitoso del que aún existen unidades por las que los coleccionistas pagarían millones.
Aston Martin DB3 - 1951
Mientras el DB2 se abría hueco en el mercado, Brown vio como una gran oportunidad el poder diseñar coches de competición que mantuvieran intacto el gran palmarés que la marca había ido adquiriendo en pruebas como las 24 Horas de Le Mans o Spa. Así nacería el DB3, un deportivo a cielo abierto que a lo largo de la década derivaría en otros modelos, como el DBR1, ganador en la prestigiosa prueba francesa en 1959.
Aston Martin DB4 - 1958
Una década de experiencia fue suficiente para que David Brown y sus ingenieros dieran con la clave de uno de los coches más bonitos de la historia. El Aston Martin DB4 estaba diseñado en Italia mediante los métodosSuperleggera, con chasis tubular y paneles de aluminio que ayudaban a reducir su peso. Las proporciones, la forma de su frontal o las líneas de los laterales marcaban claramente el camino a seguir para la marca, con un modelo que alcanzaría su climax en la versión carrozada por Zagato, el espectacular DB4 GT Zagato.
Aston Martin DB5 - 1963
Los Gran Turismo no dejaban de ganar popularidad en todo el continente, así que una evolución del DB4 en esta línea fue la que originó el codiciado Aston Martin DB5. Un nuevo motor de 4 litros, más lujo y refinamiento en el interior y unas líneas modernizadas hicieron tan atractivo al modelo, que los productores de las películas de James Bond no se pudieron resistir a que el agente 007 se pusiera al volante de este deportivo en Goldfinger. Nacía una de las asociaciones entre el cine y el automóvil más prolíficas de la historia.
Aston Martin DB6 - 1965
La fórmula se mantuvo casi intacta con la aparición del DB6 en el año 1965, un modelo que seguía aprovechando el tirón de los coches GT añadiendo más equipamiento, mayores dimensiones y más peso al conjunto. Esta sería la última modificación sobre un chasis y una mecánica que habían debutado con el DB2.
Aston Martin DBS - 1967
La saga de los DB daría un giro importante con el novedoso DBS, un coche que estuvo en el mercado hasta principios de los años 70 y que en 1972 marcó el final de esta serie de coches extraordinarios. El Aston Martin DBS era grande, era poderoso y equipaba por primera vez un motor V8 que sería clave para la evolución de la firma inglesa, que encaraba unos años difíciles tras dos décadas insuperables.
Así, David Brown cerraría su relación con la marca a principios de los años 70, antes de la siguiente crisis financiera que haría cambiar de manos a Aston Martin de manera continua. Los nubarrones se cernían sobre la empresa que, durante los años 50 y 60, había demostrado ser capaz de sorprender al mundo con unos coches inigualables. Y este era solo el principio, porque la gama DB renacería décadas más tarde para recuperar el éxito de los modelos originales.
