Seat Ibiza Cupra, el gran GTI de la marca española

Actualmente asociamos la imagen de Seat a la deportividad, el dinamismo y los vehículos de buenas prestaciones. Pero como todo, esto tuvo un origen en forma del primer gran deportivo de la marca.

Corría el año 1996 y Seat promocionaba la segunda generación del Seat Ibiza (también conocido como Ibiza 6K) en el Mundial de Rallyes compitiendo con la versión más potente del momento: el Seat Ibiza GTI Gr.A. Esta versión montaba una mecánica 1.8 litros 16V que en origen ofrecía casi 130 CV, pero que para ganar en la categoría F2 de rallyes se quedaba corta.

Así que aprovechando que en el mismo año 1996 se había aplicado un restyling estético al Ibiza, en Seat Sport dotaron al modelo con una mecánica mayor para hacer frente a sus rivales. Nacía así el primer Seat Ibiza Cupra. Acrónimo de CUP RAcing, esta primera generación del Ibiza Cupra montaba un poderoso motor de 2.0 litros y 16V, que entregaba nada menos que 150 CV. Este motor era el conocido ABF del Grupo VAG y sirvió para crear un punto de partida hacia los deportivos prestacionales.

Gracias a esta versión se pudo homologar el Seat Ibiza Kit Car, modelo específicamente diseñado para ganar el Mundial de Rallyes en la categoría F2, que requería motores atmosféricos de un máximo de 2.000cc y tracción delantera.

Posteriormente, con el mismo Ibiza Cupra, Seat Sport subió un poco el nivel del coche, sacando así al mercado la versión Cupra 2, que equipaba de serie algunos detalles estéticos como los cinturones en color rojo o los asientos de piel mixtos, con el nombre CUPRA bordado en el respaldo.

Ya en 1999, Seat introdujo un profundo cambio de imagen corporativa, modernizando su logo y subiendo un peldaño en la calidad de sus vehículos, y el Ibiza (conocido como 6K2) fue el primero en recibir estas mejoras estéticas. Un modelo que seguía viviendo un gran momento de salud, gracias al tirón mediático conseguido al ganar los Campeonatos del Mundo de Rallyes de 1996, 1997 y 1998 en su categoría. Era la excusa perfecta para sacar adelante una nueva versión del Seat Ibiza Cupra.

Así, el Ibiza Cupra 6K2 nacía con el conocido motor 1.8 20VT bajo su capó. Con 1.8 litros de cilindrada, 20 válvulas y la ayuda de un imponente turbo, el nuevo Ibiza Cupra subía hasta los 160 CV y ganaba notablemente en prestaciones gracias al aumento de par motor derivado del turbo. Pero aún había más.

El mercado pedía coches compactos y potentes y sus deseos se cumplieron cuando, con el Seat Ibiza Cupra R, su potencia alcanzó los 180 CV. Por desgracia para el gran público, solamente se fabricaron 200 unidades de la versión Cupra R, 25 de ellas destinadas al mercado español, por lo que actualmente y a pesar de que cuenta con pocos años a sus espaldas, ya es toda una rareza y una pieza de coleccionista.

La vida comercial de este modelo se alargó hasta el año 2003, cuando nacía la tercera generación real del Seat Ibiza, llamada Ibiza 6L. Y con esta, vendría la gran novedad de la que hablaremos próximamente en otro artículo: veía la luz el primer Seat Ibiza Cupra TDI.

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