QUADIS prueba el nuevo Bentley Mulsanne EWB

QUADIS prueba el nuevo Bentley Mulsanne EWB

El equipo de prueba de QUADIS, en esta ocasión se ha puesto al volante, de la que muy probablemente sea uno de los sedán más exclusivos y lujosos del mundo gracias a la cortesía de Bentley Barcelona. Os hablamos del Bentley Mulsanne Extended Wheelbase.

Para entender la pasión, el entusiasmo y el amor con el que Bentley fabrica cada uno de sus coches, hace unos meses tuvimos la ocasión de visitar la factoría de la marca que tiene en Crewe, a escasos 74 km de Manchester, donde de forma artesanal fabrican cada una de estas piezas que son casi casi obras de autor, y desde entonces para nosotros hay un antes un después en la forma que tenemos de entender la filosofía del lujo aplicada a la fabricación de un coche, llegando incluso a pensar que esta marca no rentabiliza cada uno de los coches que fabrica, debido a los procesos tan artesanales que se llevan a cabo en cada uno de los Bentley que salen de esta factoría.

En el año 2010 Bentley puso a la venta el Mulsanne, para en 2016, llevar a cabo una renovación que no solo afectó al diseño, sino sobre todo al equipamiento tecnológico que ahora ofrece, a la vanguardia de lo que hoy en día otros modelos como el Bentayga que hace unos meses tuvimos ya la ocasión de poner a prueba, o el nuevo Continental GT ofrecen. El año pasado en el Salón de Ginebra, Bentley presentó la versión que hoy probamos, abreviada con las siglas EWB.

La talla del Mulsanne EWB lo dice todo, ya que, con sus 5,80 metros de largo, es uno de los coches con más talla dentro del exclusivo segmento al que pertenece. Esta versión Extended Wheelbase, es 250 mm más larga que un Mulsanne convencional, lo que se traduce en una mayor habitabilidad y sobre todo para las plazas traseras. Su anchura de 1,92 metros tampoco pasa desapercibida, y en cuanto a la altura su cota máxima es de 1,54 metros, lo que nos hace entrever que pese a ser una versión extendida, como buen Bentley rasgos de deportivo tiene en su ADN y su apariencia tan escultural.

QUADIS prueba el nuevo Bentley Mulsanne EWB

Su diseño parece esculpido más que dibujado

Las líneas del Mulsanne parecen esculpidas por el mismísimo Miguel Angel, por su aspecto sobrio, imponente y a la vez con connotaciones deportivas, signo inequívoco de esta marca, que lleva en el mundo de la competición desde hace más de 100 años.

El frontal, no solo es una verdadera obra de arte, a la vez que un signo de poderío, sino que también tiene impreso el sello de la marca. La parrilla con lamas longitudinales cromadas, o las dobles ópticas dotadas de tecnología LED son, simplemente espectaculares a la vez que un fiel rasgo de identidad, acompañadas en la parte más alta del capó, por la insignia de Bentley, representada por una “B” que puede emerger a voluntad del conductor, o permanecer alojada en el vano del motor, y que se convirtió durante muchos años, y hasta la década de los 50 en el signo más representativo de Bentley.

La vista lateral, destaca por una línea que cruza a media cintura toda la silueta del coche, así como las preciosas llantas de 21” Mulliner pulidas que están calzadas con unos neumáticos en medida 265/40/21. La zaga, está representada por los pilotos que dibujan una B invertida cuando se encienden y por la doble salida de escape cromada situadas en ambos extremos del paragolpes trasero.

El Bentley Mulsanne EWB, lejos está de ser un deportivo, aunque elementos para ello no le faltan, está llevado a la máxima expresión de lo que el lujo en un automóvil puede llegar a representar, ya que todo en este coche está pensado para que así sea. Fruto de ello, es que su construcción que como ya os hemos comentado y podéis ver en nuestro artículo de la visita a la factoría de Crewe, se lleva a cabo de forma artesanal, en la que se precisan más de 400 horas de trabajo manual llevada a cabo por verdaderos artesanos para dar a luz a cada uno de estos Mulsanne.

Pocos son los cambios que podemos encontrar entre esta nueva versión y su predecesor, que básicamente son elementos estéticos, así como las ópticas delanteras. Pero uno de los más importantes ha sido el perfeccionamiento del chasis, donde se ha trabajado de forma específica en unos nuevos soportes para el motor que disponen de un sistema activo que sirven para poder compensar cualquier tipo de vibración que pudiera filtrarse al interior del habitáculo, así como para actuar también en el balanceo a la hora de afrontar las curvas.

QUADIS prueba el nuevo Bentley Mulsanne EWB

Pasen al salón del Bentley Mulsanne EWB

Cuando abres la puerta del Mulsanne EWB, ya tienes la sensación de entrar en un ambiente donde el lujo se ha elevado a niveles que pocas veces verás, aunque la sorpresa viene cuando abres cualquiera de las dos puertas traseras de gran tamaño y que ofrecen varios puntos de apertura para facilitar la entrada y disponen además de cierre electromecánico, lo que evitar en la medida de lo posible que estas pudieran cerrarse de un portazo. Está claro que este coche está pensado para ser disfrutado desde los asientos traseros, sensación que tienes cuando entras y te acomodas en un interior que parece sacado del mismísimo Shiki-Shima o el Hira Bingham ambos considerados como dos de los siete trenes más lujosos del mundo.

Aquí es donde te das cuenta de que básicamente cuatro de tus cinco sentidos, se activan en el momento en el que accedes a tomar asiento, donde el olfato, te invita a reconocer el olor de las mejores pieles con las que se puede tapizar el habitáculo de un coche, la vista se agudiza para poder observar todo cuanto te rodea y eres capaz de contemplar, para pasar al tacto, donde ves que la calidad de los materiales utilizados es sublime, no solo el de la madera o la piel, sino de los mandos cromados o las copas de cristal que podemos encontrar en la nevera, pasando por las moquetas de lana de oveja bajo tus pies, y por último, y no menos importante, el oído, desde dónde podrás disfrutar del sonido envolvente de unos de los mejores equipos de música que puede equipar un coche de estas características, firmado por Naim, que dispone 20 altavoces repartidos por el habitáculo y de un amplificador con una potencia de 2.200W.

Todo aquí está pensado para satisfacer a los pasajeros, que muy probablemente utilizarán al Mulsanne para llevar a cabo sus desplazamientos de negocios en coche, pues para ello está pensado y dispone de elementos como las mesitas plegables de madera de eucalipto tallada y que nada tienen que envidiar a las de un Airbus 380 de Emirates, de la misma manera que los asientos tapizados en la más noble piel, que disponen de números reglajes, así como de reposapiés, función de masaje, calefacción y ventilación. Todas estas funciones pueden controlarse mediante una consola central que encontramos entre los dos asientos individuales, dónde en lugar del reposabrazos encontramos un hueco que esconde una nevera con cabida para dos botellas y dos exclusivas copas de cristal tallado.

   

Los asientos traseros permiten controlar la inclinación del respaldo, longitud de la banqueta o incluso la extensión de la porción que sirve para apoyar las piernas, algo que permite que el asiento trasero derecho se convierta casi en un diván, ya que moviendo el asiento delantero ofrece que puedas casi tumbarte en él y poder disfrutar de la esencia de este sedán, que es sin duda alguna, disfrutarlo como pasajero y no como conductor.

El maletero ofrece un volumen de carga de 446 litros, quizás por aquello de que pocas veces se utilizará este coche para hacer un gran viaje, algo que podría hacerse sin problema alguno para disfrutar desde la parte trasera de un confort que pocos coches de este mundo pueden ofrecer como lo hace este Mulsanne. La calidad de materiales está también representada en esta parte del coche, que no por ser un espacio de carga, resta importancia, así que la piel se conjuga con una mullida moqueta que cubre el piso de este, dejando como no, un espacio para guardar dos paraguas firmados por Bentley.

El puesto de conducción, otro de los lugares a los que Bentley ha dado mucha importancia, está coronado por un volante multifunción tapizado en piel, que además dispone de sendas levas para el manejo del cambio ZF de forma secuencial. Las dos esferas que encontramos tras este ofrecen la lectura del velocímetro y el cuenta revoluciones, cuyas agujas giran en el sentido opuesto a las agujas del reloj. La pantalla TFT situada en medio de las dos esferas, nos ofrecen información relevante para la conducción, a la vez que hace de soporte al sistema de infoentretenimiento pudiendo ver en ella representada también la información de la navegación, el sistema multimedia o el teléfono. Junto al selector del cambio, encontramos unos botones tallados en cristal y el selector de modos de conducción Bentley Drive Select, que nos permite escoger entre tres modos (Bentley, Comfort y Sport) que modifican por completo la gestión del motor, el cambio y la dureza de la dirección.

En la consola central encontramos una pantalla táctil de 8”, similar al del Bentley Bentayga, desde la que vemos representada la cartografía del navegador a través de Google Earth y desde dónde se maneja controla el sistema de infoentretenimiento, el equipo de sonido, así como diversos parámetros de la configuración del coche. Esta pantalla es táctil y también puede manejarse desde la rueda que encontramos bajo los mandos del climatizador y que está rodeada por una serie de botones con accesos directos para facilitar el manejo mientras conduces. Destacar como no, en la consola central esos tres míticos relojes que conmemoran al Bentley T2 de antaño, que nos ofrecen el nivel de combustible, la temperatura del motor y la hora.

   

La configuración de nuestra unidad de pruebas lucía un llamativo y elegante a la vez, color Fountain Blue para el exterior, y que combinaba a la perfección con los detalles cromados que forman parte la especificación Mulliner, así como con el interior tapizado en cuero en color Twine y con el revestimiento en madera Dark Fiddleback Eucalyptus para el salpicadero, las mesitas, la consola central delantera y trasera y los laterales de las puertas. Bentley ofrece la posibilidad de escoger dentro de su catálogo entre más de 100 pinturas para el color de la carrocería, entre 11 tipos de madera y 24 tipos de piel para el interior, incluso yendo un poco más al extremo, podrían revestir los paneles interiores del coche con un árbol de tu propio jardín o podrían tintar las pieles del color que tú les pidieras a conjunto como, por ejemplo, el de una clienta, a juego con un vestido de color azul y sus zapatos.

Si hablamos de precio y equipamiento, esta unidad, estaba equipada con múltiples accesorios, que, una vez probado el coche, realmente te das cuenta de que son imprescindibles, destacando por ejemplo, las llantas de aleación de 21” Mulliner pulidas, tapicería de los asientos diamantada con contraste de costuras, 4 asientos individuales con sistema de masaje calefactados y ventilados, paquete Bentley Theatre que incluye dos pantallas de 10,4” en los respaldos de los asientos delanteros el equipo de Audio Naim y las dos mesitas tipo picnic, sintonizador de TV digital, nevera, paraguas Bentley, control de apertura remoto de la puerta del garaje, Valet Key, placa Mulliner en el umbral de las puertas, así como muchos otros que convierten a este Mulsanne en una pieza no solo exclusiva sino única por ofrecer una configuración hecha a medida.

El precio de salida de este Bentley en la versión EWB es de 409.000€, que junto a algunos de los extras que montaba esta unidad, incrementan su valor hasta los 503.000€, precio que, sin duda, su propietario estará dispuesto a pagar, pensando que no está adquiriendo un mero sedán, sino un Bentley que ha sido fabricado a mano, y sobre todo a su gusto.

QUADIS prueba el nuevo Bentley Mulsanne EWB

Mecánica conocida y mítica en la marca, un V8 de 513 cv

El motor del Mulsanne EWB, escondido bajo el capó delantero, es un propulsor V8 de 6,75 litros de cilindrada sobrealimentado mediante dos turbocompresores, que desarrollan una potencia de 513 cv y un par motor de 1.020 Nm desde las 1.750 rpm. Este motor entrega todo su esplendor de forma suave pero continuada gracias al par motor que ofrece y que hace mover con mucha soltura a un conjunto que lastra 2.800 kg en vacío, gracias a la perfecta combinación con  una caja de cambios automática ZF de 8 velocidades, que ayuda a que la potencia se entregue de forma suave y escalonada, siento prácticamente imperceptible los cambios, estando además optimizada para que el motor, gire en condiciones normales entre 1.500 y 2.000 rpm, lo que se traduce en una suavidad que evidentemente se traslada al interior del habitáculo, donde no se escucha ni un solo ruido que provenga de la parte mecánica y que pudiera llegar a molestar o incomodar a cualquiera de sus ocupantes.

Si en algún momento llegas a pensar que las prestaciones de este Mulsanne no son acordes a todo lo que ofrece, te equivocas, ya que son un lujo, y prueba de ello son los 5,5 segundos que tan solo precisa para pasar de 0 a 100 km/h, o los 296 km/h de velocidad punta que puede llegar a alcanzar. Es evidente que a estas cifras le acompañan otras de suma importancia, de las que solo deberá preocuparse el chófer y son las de consumo, ya que necesita 14,6 litros para recorrer 100 km.

Son muchos los adjetivos que se nos ocurren para enumerar las cualidades de este V8, pero tan solo diremos que aparte de excelente y brillante, es increíblemente suave ya que no ofrece ningún tipo de vibración, gracias a las modificaciones que antes os hemos explicado, y que además para primar su eficiencia, dispone del sistema de desconexión selectiva de cilindros y de navegación a vela.

Uno de los elementos claves en el Mulsanne, es su sistema de suspensión que garantiza y agudiza en todo momento un confort extremo en toda circunstancia de conducción, gracias a un sistema independiente en los dos ejes, que disponen además de unos muelles neumáticos y amortiguadores de dureza variable. Está claro, que un Mulsanne todo tiene que ser confort y comodidad, y en este apartado la nota es de excelente, incluso si decides salir de la autopista y adentrarte en alguna carretera de curvas, para comprobar que aun sus medidas y su peso, el comportamiento que ofrece es sumamente dinámico. La dureza de este sistema de suspensión se regula de forma automática o bien, a través del Drive Dynamic Control, cuyo mando encontramos junto al selector del cambio y que nos permite escoger entre tres modos de conducción predefinidos, Bentley, Sport y Confort.

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Sensaciones al volante del Mulsanne EWB

Conducir este coche hace las delicias de cualquier amante del mundo del automóvil, como es nuestro caso y sabemos que la gracia este Bentley es viajar en la parte trasera, pero hay experiencias que tan solo se sienten al volante, como la sensación de empuje de su corazón, la entrega de potencia o la facilidad tan pasmosa con la que se pueden gobernar 5,80 metros de sedán con tan suma facilidad haciendo a veces incluso olvidar que llevas entre manos.

En los kilómetros que condujimos por autopista disfrutamos de la esencia para la que ha nacido este coche, que es proporcionar placer a todos sus ocupantes, incluido claro está, a la persona que lo conduce. El sonido del V8 se atenúa a la vez que te hace dibujar una sonrisa en la cara cada vez que decides dar rienda suelta a tu pie izquierdo, para comprobar, como no, que estás al volante de uno de los coches cuya marca ha sido laureada en el mundo de la competición durante los más de 100 años de su historia.

En carretera, su confort es sublime gracias al sistema de suspensión neumática que es, capaz de absorber cualquier tipo de irregularidad que podamos encontrar en el asfalto, a la vez en el habitáculo tan solo se escucha el sonido de los neumáticos con el contacto en el asfalto, gracias al increíble trabajo de insonorización llevado a cabo por la marca te hace pensar a veces que vas en la cabina de un avión donde estás completamente aislado del exterior.

Una vez más, hemos llevado a cabo un sueño, aunque en esta ocasión lo hemos hecho despiertos a los mandos del Bentley Mulsanne EWB, donde hemos disfrutado de todos los sentidos y de la exclusividad que es la de conducir a un icono del lujo como lo es este Bentley.

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