Las películas de Hollywood nos han dejado, a lo largo de las décadas, multitud de vehículos míticos que han trascendido la mera industria cinematográfica para pasar a convertirse en auténticos iconos populares. Muchos han sido recogidos anteriormente en el Blog de QUADIS, así que en esta ocasión hemos querido buscar un coche muy especial y bastante desconocido. ¿Qué pensaríais si os hablamos de un Jaguar E-Type convertido en coche fúnebre?
A principios de los años 60 la marca del felino lanzaba al mercado la primera generación del E-Type, un precioso y minimalista deportivo biplaza reconocido comúnmente como uno de los coches más bonitos de la historia.
A lo largo de casi 15 años y tres generaciones se fabricaron unos 80.000 Jaguar E-Type, aunque el realmente apreciado es el Series 1, el auténtico, con motor Flat 6 de 3.8 litros diseñado décadas antes. Toda una pieza de arte que incluso forma parte de la exposición del museo MoMA de Nueva York como en reconocimiento a su icónico estilo.
En el año 1971 el controvertido director de cine Hal Ashby presentó al mundo su segundo largometraje, una extraña comedia drámatica llamada Harold & Maude (Harold y Maude en España). En este film, un joven muy interesado por la muerte descubre el amor en una septuagenaria que conoce en un funeral, antes de iniciar una serie de aventuras de lo más inverosímil.
La película está catalogada en la actualidad como cine de culto y su mensaje ha inspirado a muchísimas personas, amén de dejar para el recuerdo secuencias memorables entre Harold (Bud Cort) y Maude (Ruth Gordon Jones).
Pero más allá del hilo argumental del film, lo que realmente nos interesa es descubrir un automóvil que Harold construye para saciar sus deseos de estar en contacto con la muerte. Y este es nada menos que un Jaguar E-Type transformado en coche fúnebre.
Sobre la base de un E-Type 4.2 Series I de 1965, los productores de Harold y Maude realizaron esta transformación que convierte al modelo en un shooting brake (carrocería familiar y 2 puertas) de 265 CV y muchas ganas de diversión por las sinuosas carreteras de San Francisco Bay.
Parte de la magia de este automóvil es que solo una unidad fue utilizada para el rodaje. Lamentablemente su destino (alerta spoiler si queréis ver la película) estaba escrito en el guión e incluía un vuelo de varios segundos desde un acantilado para acabar destrozado entre las rocas a orillas del Océano Pacífico.
Por suerte el cine en los 70 era aún muy autentico, de manera que aquella unidad de Jaguar E-Type Hearse(coche fúnebre) fue la responsable de todas las escenas de acción que vemos en la película, incluyendo tramos de tierra y conducción bajo la lluvia.
Es fascinante ver al sempiterno E-Type luciendo una carrocería tan extraña que nos recuerda vagamente a otras creaciones similares como el Ferrari 250 GTO Breadvan.
Y tras indagar un poco hemos descubierto que en Arizona (Estados Unidos) un apasionado de esta película construyó hace unos años una versión idéntica a la vista en la película. Siguiendo las imágenes e informaciones del modelo original e incluyendo todo tipo de artículos de atrezzo, ha permitido que en la actualidad podamos seguir disfrutando del espectacular Jaguar E-Type Hearse.
Podéis descubrir la actual gama de vehículos de la marca del felino, incluyendo el nuevo deportivo Jaguar F-Type, visitando Land Motors y Solmobil, concesionarios oficiales Jaguar en Barcelona.
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