La llegada de la era híbrida a la Fórmula 1, que se produjo en 2014, supuso uno de los mayores cambios en la historia de la categoría reina del automovilismo. A lo largo de estos cinco años, la escudería Mercedes-AMG Petronas Motorsport se ha erigido como la gran dominadora de la F1 moderna, conquistando nada menos que cinco campeonatos de pilotos de manera consecutiva (cuatro títulos de Lewis Hamilton y uno de Nico Rosberg) y otros cinco campeonatos del mundo de constructores, el último de ellos logrado hace solo unos días en el Gran Premio de Brasil.
Mercedes-Benz ya había participado en Fórmula 1 durante los años 1954 y 1955, obteniendo grandes resultados con el piloto argentino Juan Manuel Fangio y el británico Stirling Moss al volante. También había subministrado propulsores a diferentes escuderías, como McLaren, con la que en 2008 obtuvo el campeonato de mundo. Pero fue en el año 2010 cuando la firma de Stuttgart volvió a la F1 con un equipo propio, acompañada de los pilotos Michael Schumacher y Nico Rosberg.
Con el objetivo de crear un equipo ganador, la escudería Mercedes-AMG contó desde una fase inicial con personalidades de la altura de Niki Lauda como cabeza visible del proyecto, y Toto Wolff, encargado de dirigir al equipo. La primera victoria del equipo fue en el GP de Malaisia de 2012 junto a Nico Rosberg, aunque el verdadero punto de inflexión fue la retirada de Michael Schumacher en la temporada 2013, al que sustituyó Lewis Hamilton.
Tres victorias y el subcampeonato de constructores fueron la cosecha de 2013, antes de que la era híbrida hiciera acto de presencia. Ya desde la pretemporada de 2014, la escuadra alemana demostró que llegaba con los deberes hechos respecto a los cambios técnicos necesarios y conseguía rodar rápido y sin problemas, mientras los demás equipos tenían problemas para conseguir dar con la fiablidad.
Los años 2014, 2015 y 2016 fueron una demostración del gran trabajo que Mercedes-AMG llevaba realizando en materia de tecnología híbrida. Tres campeonatos consecutivos en los que ambos pilotos se repartieron casi la totalidad de grandes premios, y logrando, esa última temporada, 765 puntos para el equipo, la mayor cantidad de puntos conseguida hasta el momento en la Fórmula 1. Nico Rosberg conquistó ese campeonato y anunció su retirada, llegando al equipo el finlandés Valtteri Bottas.
En 2017 la escudería volvió a mostrarse intratable. El campeonato de 2018 ha estado más disputado, pero tanto Mercedes-AMG como Lewis Hamilton han conquistado su quinto título, de pilotos y de constructores, una carrera antes del final de la temporada.
Para Mercedes-Benz y Mercedes-AMG, la Fórmula 1 es además un gran banco de pruebas donde desarrollar al máximo nivel sistemas de propulsión, seguridad o construcción, que luego serán aplicados en el desarrollo y producción de sus vehículos de calle. Los monoplazas actuales equipan un motor V6 de 1.6 litros, turbo-híbrido, muy parecido al de algunos turismos de la gama Mercedes-Benz, aunque capaces de desarrollar una potencia conjunta cercana a los 1.000 CV.
La deformación programada, para proteger al piloto o a los ocupantes de un turismo, soluciones aeronáuticas con las que reducir los coeficientes aerodinámicos y mejorar la eficiencia, construcción ligera utilizando la fibra de carbono y múltiples sistemas de seguridad, tanto activa como pasiva, son sistemas desarrollados para la Fórmula 1 que la marca aplica después en sus vehículos de calle. Ahora, con motivo del 50 aniversario de Mercedes-AMG, ha nacido el nuevo Mercedes-AMG Project ONE, un hypercar con tecnología derivada directamente de la Fórmula 1.
El siguiente objetivo es claro: volver a alzarse con el título en 2019 e igualar así el récord de Ferrari, que logró seis campeonatos consecutivos entre 1999 y 2004.
